Trajano era un gobernante con visión de futuro. Su experiencia en ingeniería y construcción le permitió reconocer que el Tíber podía controlarse con una solución estructural y no solo con medidas temporales.
Itálica, ciudad romana situada en la andaluza Santiponce, fue fundada en el año 206 a. C. en un hábitat indígena de la Turdetania que se remonta al menos al siglo IV a. C.
Sin ir más lejos, allí nació Trajano.
«No hay duda de que el nuevo canal palió las crecidas del Tíber. Al menos, en parte. Sin embargo, en el 103 d.C. el caudal volvió a desbordarse. Plinio el Joven describió una inundación en el reino de Trajano que, pese al aliviadero construido por el emperador, arrastró los muebles de la aristocracia y las herramientas del campesinado por las calles de Roma. Así lo escribió Plinio: «El Tíber se ha salido del cauce y en los puntos donde las orillas son más bajas ha dañado profundamente los terrenos. A pesar del desagüe del canal que el providentísimo emperador ha hecho excavar, cubre los valles, inunda los campos y los lugares donde el terreno es llano y siendo la inundación visible en lugar de el suelo »».
No siempre se gana.
La AEMET avisa sobre lo que ocurrirá en España tras el paso de la DANA y mantiene la alerta en estas zonas.
Si yo fuese el Presidente, llamaría al emperador Trajano con urgencia.